Empoderar a tus alumnos es la práctica esencial, desarrollando y forjando sus capacidades porque afuera It´s a wild world, baby. O eso nos dicen siempre. El mejor regalo que puedes dejarles es la capacidad de afrontar la adultez con la seguridad suficiente como para que nada los detenga.

Pero hoy queremos hacer mención especial a esas chicas brillantes que mañana combatirán un mundo distinto por algo que no debe definir su futuro: su género. Recordemos que la equidad es el principio fundamental, y este artículo deja claro lo importante que es seguir luchando por ella. Leamos, compartamos, despertemos consciencias:

Para las mujeres, a menudo, una alta capacidad intelectual no siempre conduce a una mayor autoconfianza y un concepto positivo de si mismas. PhD. Heidi Gran Halvorson analiza esta situación y nosotros te traemos este artículo sobre roles de género y su impacto en los contextos educativos muy simple y fácil de leer, con motivo del I Día Internacional de la NiñaLas mujeres adultas con éxito saben muy bien que se han encontrado en una situación de clara desventaja con respecto a sus compañeros varones, sistemáticamente subestimadas, subutilizadas y peor pagadas. Las mujeres deben esforzarse el doble y desempeñarse a niveles extraordinariamente altos para alcanzar una situación, status y valoración equivalente a la de sus compañeros.

Pero una de las cosas de las que muchas chicas brillantes no se dan cuenta es de algo que deberíamos ver: no somos buenos jueces de nosotros mismos ni de nosotras mismas. Juzgamos nuestras capacidades con dureza, con mucha más dureza que los varones.

¿Por qué? Seguramente, esa profesional de éxito que ves tomar café cada mañana, era una alumna brillante en el Colegio y en el Instituto. Mi directora de tesis doctoral, Carol Dweck, había llevado a cabo, ya en la década de 1980, una serie de estudios comparativos ante la manera de enfrentarse a materiales nuevos, difíciles y confusos por parte de ambos sexos.

Las niñas con alta capacidad intelectual parecían apresurarse a abandonar cuando les daban un contenido particularmente extraño o complejo. Es más, aquellas con mejores resultados académicos eran las que se mostraban más indefensas y menos tiempo resistían la tentación de tirar la toalla. Los niños, por el contrario, veían la dificultad como un reto energizante.

¿Por qué? ¿Por qué las niñas tienen menos confianza en sí mismas y se muestran tan vulnerables, en comparación con los niños? Normalmente, en Educación Primaria, las niñas superan en resultados académicos a los niños, sin observar diferencias cognitivas reales. La diferencia es cómo se interpreta la dificultad en ambos sexos: la resignación, la duda, la baja autoestima, la falta de confianza y todos esos rasgos oscuros del rol de género femenino convertía a las chicas en aprendices menos eficaces.

Las chicas creen que sus habilidades son innatas, inmutables. Los chicos han sido educados para creer en su capacidad de autodesarrollo, crecimiento, potencial y creación a través de la práctica.

¿Cómo? Posiblemente, la retroalimentación recibida en las instituciones culturales - la familia y la escuela, principalmente - y los roles trasmitidos sean la causa de esta diferencia. Las niñas desarrollamos el autocontrol antes: seguimos instrucciones y elogian nuestra bondad. También elogian nuestra inteligencia como si fueran cualidades que se tienen desde el principio o no.Al contrario sucede con los varones: el esfuerzo es el valor central. El trabajo duro es un reto con una meta a la que hay que prestar atención.

Estas creencias asociadas a nuestro rol de género siguen presentes en nuestro pensamiento durante toda nuestra vida: si vemos nuestras habilidades y nuestras capacidades intelectuales como innatas, eternas e inmutables - aunque suene paradójico - acabaremos siendo demasiado duras con nosotras mismas y adoptando la terrible y peligrosa visión de que no tenemos lo que hay que tener para lograr el éxito en un ámbito determinado.

La desigualdad de oportunidades aun es real y los estereotipos machistas aun siguen vigentes: las niñas saben que tendrán que plantearse, ellas y solo ellas, cómo equilibrar los desafíos de conciliación entre el trabajo y la familia. ¿Cuántas veces evitamos los problemas y los riesgos, jugando sobre seguro, fiel a metas impuestos por otros y otras, más fáciles, resignadas? ¿Hay algo que has "decidido" no hace tiempo porque no te recompensaría con estabilidad? ¿Te habrías sentido "atascada" alguna vez si realmente tus habilidades fueran innatas? No importa qué habilidades tengas. ¿Inteligencia? ¿Creatividad? ¿Autocontrol? ¿Atletismo? ¿Encanto? Son profundamente maleables: la experiencia, el esfuerzo y la perseveración son lo que hace que los desarrolles y los mantengas.

artículo con información de: www.escuela20.com