La resolución de conflictos en el aula es siempre un reto para el docente, porque debe tomar las decisiones más justas y disipar de forma positiva el roce ocurrido para mantener la tranquilidad y el buen ambiente en el aula y entre el equipo. Ganar ganar es siempre la fórmula ideal para estas situaciones, ponla a prueba y aplícala con tus alumnos paso a paso.

Ganar ganar resolviendo un conflicto en el aula

Paso 1: Enfriamiento

El conflicto no puede resolverse en caliente cuando la intensidad emocional domina la situación. Es importante ayudar a los estudiantes a desarrollar el hábito de “tomarse un momento”. Los enfrentamientos son siempre un desafío. Respondiendo con calma y de un modo controlado, abrimos la posibilidad de una resolución más adecuada. Es difícil para un estudiante permanecer enfadado y hostil cuando enfrente hay una persona (compañero o profesor) que permanece en calma.

Paso 2: Decir qué le molesta a uno utilizando mensajes en primera persona.

Una buena manera de ayudar a los estudiantes a expresar su propias ideas se basa en utilizar frases que contengan mensajes en primera persona (Batton, 2002). Por ejemplo: desde mi punto de vista… , lo que yo siento es que…, yo quería hacer eso…, me siento…

Paso 3: Cada persona repite o parafrasea lo que ha oído que el otro ha dicho.

Esto permite desarrollar la empatía y aporta claridad al proceso. Una vez que todos han expresado su opinión y sentimientos en primera persona respecto al conflicto, cada uno repite con sus palabras lo que han entendido sobre lo que la otra parte ha dicho. Por ejemplo: te he escuchado decir que lo que te llame ayer, no fue divertido y te molestó…

Paso 4: Tomar responsabilidad

Es importante hacer consciente al alumnado que culpar a otros es contraproducente. La culpa es algo externo, evita asumir nuestra responsabilidad. Se anima a asumir la actitud de lo que cada uno puede hacer en el futuro para que las cosas vayan mejor.

Paso 5: Tormenta de ideas y búsqueda de una solución que satisfaga a todas las partes.

Para Drew (2002) la resolución de conflictos es una acto creativo en donde en ocasiones la solución se basa en el compromiso, y en ocasiones se basa en que alguien cambie su patrón de conducta. La resolución no se basa en que alguien se meta en problemas, sea castigado o en decidir quién tiene la culpa, se basa en mejorar el clima y tener una vida mejor en el futuro de un modo colectivo.

Paso 6: Afirmar, Perdonar y Agradecer

Cuando se acuerda una solución, se anima a que choquen las manos, se den las gracias y se personen el uno al otro.  La perspectiva de ganamos todos (win-win) ayuda a los estudiantes a promover un locus de control interno (atribuir a uno mismo a su capacidad la posibilidad de controlar un conflicto), la aceptación y la pertenencia al grupo.

Cómo ejercitar estas habilidades 

Este método de resolución de conflictos se puede trabajar mediante actividades en el aula en las que se plantean una serie de escenarios a cada grupo de alumnos sobre los que tienen que valorar y debatir qué tipo de respuestas se deberían dar en cada situación. Se pueden plantear ejemplos como los siguientes:

Este tipo de ejercicios permite analizar y entrenar la elección de la respuesta más adecuada en cada situación. El hecho de acordarlo en el grupo permite que los estudiantes adquieran confianza para responder de un modo similar en las futuras situaciones que se produzcan. 

artículo con información de eduforics.com